© Col·legi d'Arquitectes de Catalunya (COAC)
Exposición de 2 PFC, reflejo del trabajo que se hace en la ETSAV
Sala:
Sala de exposiciones de la Delegación del Vallès
Horario:
Lunes, miércoles y viernes, de 8.30 a 14.30 h
Addtoany:
La Delegación del Vallés acoge, desde el 6 de mayo hasta el 29 de junio de 2015, la exposición "Un proyecto final de carrera hoy - 2 PFC de la ETSAV".
La actividad de una escuela es el reflejo del espacio temporal que ocupa. La escuela de arquitectura no ha permanecido impasible ante la crisis que ha atravesado la profesión en los últimos años. Contrariamente a lo que se podría imaginar, la escasez ha intensificado el debate sobre lo que es esencial en la arquitectura, ha hecho mucho más interesante la mirada del arquitecto hacia su entorno, ha multiplicado los vínculos entre sociedad y escuela, desplazándola de la nube en que vivía hacia una realidad no siempre agradecida.
Los dos proyectos de final de carrera que se presentan en esta exposición son un reflejo de este cambio. A pesar de ser muy diferentes en programa, aproximación al lugar y resultado arquitectónico, son una respuesta a nuestras preocupaciones.
En primer lugar un proyecto clásico: un equipamiento; pero relacionado con un intangible sensible de nuestro momento, como es la memoria histórica de los años del franquismo.
En segundo lugar, un proyecto extraño, pequeño en tamaño y grande en ambición: la reforma de un hábitat que quiere ser un prototipo para reformar todo un barrio. Un proyecto que afronta dos de las problemáticas más frecuentes en los entornos urbanos de Cataluña: la pobreza energética y el paro, y que se ha llegado a construir.
La exposición es una ventana a la escuela del Vallés donde se ve el ingente trabajo que hoy conlleva finalizar la carrera, explica la labor de investigación que hacen los alumnos y muestra la continuidad que muchos proyectos tienen una vez acabados los estudios.
La actividad de una escuela es el reflejo del espacio temporal que ocupa. La escuela de arquitectura no ha permanecido impasible ante la crisis que ha atravesado la profesión en los últimos años. Contrariamente a lo que se podría imaginar, la escasez ha intensificado el debate sobre lo que es esencial en la arquitectura, ha hecho mucho más interesante la mirada del arquitecto hacia su entorno, ha multiplicado los vínculos entre sociedad y escuela, desplazándola de la nube en que vivía hacia una realidad no siempre agradecida.
Los dos proyectos de final de carrera que se presentan en esta exposición son un reflejo de este cambio. A pesar de ser muy diferentes en programa, aproximación al lugar y resultado arquitectónico, son una respuesta a nuestras preocupaciones.
En primer lugar un proyecto clásico: un equipamiento; pero relacionado con un intangible sensible de nuestro momento, como es la memoria histórica de los años del franquismo.
En segundo lugar, un proyecto extraño, pequeño en tamaño y grande en ambición: la reforma de un hábitat que quiere ser un prototipo para reformar todo un barrio. Un proyecto que afronta dos de las problemáticas más frecuentes en los entornos urbanos de Cataluña: la pobreza energética y el paro, y que se ha llegado a construir.
La exposición es una ventana a la escuela del Vallés donde se ve el ingente trabajo que hoy conlleva finalizar la carrera, explica la labor de investigación que hacen los alumnos y muestra la continuidad que muchos proyectos tienen una vez acabados los estudios.
15/05/2015